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Para entender qué es una red inalámbrica de área amplia (WWAN), debemos retroceder un poco y analizar las funciones y la importancia de la LAN, la WLAN y la WAN en las infraestructuras de red de las empresas corporativas.
Piense en un edificio de oficinas en el que los datos fluyen entre las diferentes plantas o a edificios adyacentes. Esto es la red de área local (LAN). Eficiente, de alta velocidad y confinada dentro de una geografía limitada, la LAN actúa como el robusto sistema nervioso de una empresa, permite la colaboración en tiempo real, la transferencia fluida de datos y el acceso compartido a los recursos, como servidores de archivos, bases de datos y aplicaciones. Aquí, los empleados conectan sus dispositivos a una red de cables Ethernet para colaborar en proyectos, compartir archivos de gran tamaño o incluso imprimir documentos desde impresoras comunes, atributos que mejoran la productividad e impulsan la eficiencia corporativa.
Sin embargo, a medida que evoluciona el panorama empresarial, aumenta la necesidad de movilidad y flexibilidad, lo que allana el camino a las redes de área local inalámbricas (WLAN). En lugar de estar unidas por cables físicos, las redes WLAN utilizan señales Wi-Fi inalámbricas para conectar dispositivos dentro de la misma área local, liberando las zonas de trabajo del cableado y allanando el camino para la integración de dispositivos móviles (ordenadores portátiles, teléfonos inteligentes, tabletas etc.). Esta sinfonía inalámbrica permite a las empresas adoptar una distribución del espacio de trabajo móvil y dinámica, manteniendo al mismo tiempo los atributos fundamentales de un entorno LAN seguro.
Para extender la comunicación entre oficinas a las sucursales de distintas ciudades o continentes, las infraestructuras de red de las empresas recurren a la red de área amplia (WAN). Es como la intrincada red de autopistas que extiende el alcance de las LAN a través de líneas de telecomunicación alquiladas, generalmente de fibra óptica, garantizando una comunicación fiable y sincronizada a grandes distancias. Con la ayuda de las WAN, las sedes empresariales dispersas geográficamente se interconectan y comunican de forma simultánea, lo que amplía el alcance de una empresa y su capacidad para operar como una entidad unificada. Piense en la WAN como si fuese un puente que le ayuda a coordinarse con un compañero de otra ciudad, acceder a los sistemas de toda la empresa alojados en distintas ubicaciones o ejecutar operaciones remotas de copia de seguridad y recuperación ante desastres.
No obstante, el auge de los dispositivos móviles y la necesidad de una conectividad global constante han allanado el camino a las redes inalámbricas de área amplia (WWAN). Además de ahorrarnos todo el cableado físico, las WWAN aprovechan la tecnología celular para conectar dispositivos y transmitir datos de forma inalámbrica en zonas amplias, de forma similar a cuando su teléfono móvil se conecta a Internet sin Wi-Fi. Esta movilidad permite a los empleados remotos, a los ejecutivos que viajan por trabajo y a los operadores de campo mantener su conexión a la red corporativa, mejorando la agilidad empresarial y la productividad de la plantilla.
De este modo, si tuviéramos que definir las redes inalámbricas de área amplia (WWAN) en una frase, sería «la red inalámbrica que se extiende a grandes distancias a través servicios celulares de banda ancha». Es decir, las WWAN aprovechan las bandas de frecuencia celulares para ampliar el alcance de las redes de área amplia (WAN) tradicionales más allá de los límites de las conexiones físicas de fibra óptica u otros cables.
Las WWAN utilizan tecnologías de redes celulares para crear y mantener sus conexiones. Los datos se transfieren a través de torres de telefonía móvil situadas estratégicamente para garantizar una comunicación fluida dentro de una zona específica. Los dispositivos acceden a la WWAN a través de sus módems inalámbricos integrados, que dependen de tarjetas SIM para identificarse y autenticarse en la red.
Los routers celulares se utilizan en redes WWAN para proporcionar la ruta de comunicación de datos más corta en largas distancias utilizando tablas de enrutamiento. Una tarjeta SIM, codificada con un identificador único, permite que el proveedor de red reconozca el router antes de poder transmitir datos de forma segura y rápida a través de la red inalámbrica.
Dados los numerosos avances tecnológicos a lo largo de los años, las WWAN han vivido toda una evolución. Han incorporado distintas generaciones de tecnología celular, empezando por la humilde 2G (segunda generación). Mientras que la 2G se utilizaba principalmente para audio y SMS, la introducción de la 3G y la 4G LTE permitió mayores velocidades de transferencia de datos, dando paso a múltiples aplicaciones que consumen muchos datos, como el streaming de vídeos, las imágenes de alta resolución y las videoconferencias.
Ahora, la 5G ha ampliado aún más los límites de la tecnología inalámbrica. Gracias a sus velocidades exponencialmente más altas, una menor latencia y una conectividad superior, la 5G ha conseguido que las WWAN alcancen nuevas cotas con aplicaciones empresariales que solo están empezando a surgir.
En un mundo en el que las tecnologías móviles dominan el panorama empresarial, las WWAN han supuesto un cambio revolucionario. La enorme versatilidad que ofrecen ha llevado a organizaciones de todo el mundo a adoptarlas como la base de sus infraestructuras de red empresarial.
En comparación con sus homólogas con cables, las WWAN ofrecen una libertad inigualable a la hora de conectar dispositivos más allá de los límites físicos de las oficinas. Con las WWAN, los empleados pueden estar constantemente conectados a la red de una empresa, independientemente de su ubicación, lo hace que el lugar de trabajo sea verdaderamente global.
Además, las WWAN hacen que sea considerablemente más fácil para las organizaciones ampliar su alcance, agilizar las iniciativas de transformación digital y acceder a datos críticos en tiempo real, independientemente de las fronteras geográficas.
En pocas palabras, las redes inalámbricas de área amplia han revolucionado nuestra forma de percibir e interactuar con las infraestructuras de red de las empresas. Las WWAN, que ofrecen una conectividad sin fisuras a distancias enormes, así como una libertad y una adaptabilidad inigualables, están marcando el rumbo de nuestro futuro, cada vez más interconectado y móvil.
Actualmente, navegamos por un panorama tecnológico en el que las WWAN se han convertido en el eje de las iniciativas de transformación digital de las empresas. La creciente necesidad de conectividad IoT y el aumento de la demanda de acceso a datos en tiempo real han impulsado aún más la adopción de las WWAN.
De cara al futuro, la evolución de las redes WAN con cable hacia las inalámbricas va a continuar, con entornos conectados como las ciudades inteligentes y los ecosistemas avanzados de IoT, convirtiéndose en algo habitual.
Nuestra infraestructura de red ha recorrido un largo camino desde sus humildes inicios con cables. Tras haber capeado el temporal del cambio tecnológico, ahora navega en los mares de la tecnología inalámbrica, trazando nuevas vías para mejorar la conectividad, la eficiencia y el crecimiento. A medida que avanzamos, una cosa está clara: nuestra incursión en este vasto universo digital interconectado no ha hecho más que empezar.
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